CHICOS:
NECESITO QUE SE FORME UN EQUIPO DE 10 PERSONAS, QUE NO SEAN LOS ACTORES; PARA ELABORAR LA ESCENOGRAFÍA DE LA OBRA QUE SE PRESENTARÁ EL DÍA 13 DE JUNIO. LOS QUE ESTÉN DISPUESTOS ACEPTAR MANDARME UN INBOX A MI FACE (ALICIA LANDA- UN AMANECER-) ANTES DEL LUNES, PARA QUE LES DÉ LAS INDICACIONES NECESARIAS. ¡HABRÁ UNA SORPRESA!.
Actores nos quedamos de lunes a miércoles a la salida de la escuela hasta las 15:30 y aprovecharemos las horas en las que les den permiso.
COPIAR EL ESQUEMA DE LA IMAGEN, O BIEN,ELABORA UN CUADRO COMPARATIVO CON LAS SIGUIENTES CATEGORÍAS:
1. NOMBRE DE LA FIGURA
2. DEFINICIÓN
3. EJEMPLO
BUSCA EL SIGNIFICADO DE LOS SIGUIENTES POEMAS:
TE
QUIERO
MARIO
BENEDETTI
Tus
manos son mi caricia
mis
acordes cotidianos
te
quiero porque tus manos
trabajan
por la justicia
si
te quiero es porque sos
mi
amor, mi cómplice y todo
y
en la calle codo a codo
somos
mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra
la mala jornada
te
quiero por tu mirada
que
mira y siembra futuro
tu
boca que es tuya y mía
tu
boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si
te quiero es porque sos
mi
amor mi cómplice y todo
y
en la calle codo a codo
somos
mucho más que dos
|
y
por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y
tu llanto por el mundo
porque
sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y
porque somos pareja
que
sabe que no está sola
te
quiero en mi paraíso
es
decir que en mi país
la
gente viva feliz
aunque
no tenga permiso
si
te quiero es porque sos
mi
amor, mi cómplice y todo
y
en la calle codo a codo
somos
mucho más que dos.
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Mario Benedetti
Si Dios fuera una
mujer
Mario Benedetti
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
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Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
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Una canción desesperada
PABLO NERUDA
Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
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Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh, sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste.
De pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado!
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¡GRACIAS POR SU ATENCIÓN!